Carta para dentro de dos semanas...

Hola. Si, solo hola... Después de todo es un saludo ¿no? Nada agradable por cierto. ¿Como va todo? No me interesa en realidad pero es un formalismo... Esta es la forma en que se empieza una carta, también una historia.

Hoy he visto cosas realmente increíbles y quiero compartir algunas de ellas contigo. Hoy me enteré que el destino necesita ayuda, que las personas vienen y se van, pero que existe alguien para cada quien y que la vida de esas dos personas están inevitablemente condenadas a cruzarse. Sin embargo también aprendí que para llegar a esa persona debes construir un puente hacia ella y no pretender que el destino lo maneje todo.

Hoy ví como un árbol puede guardar los secretos de dos personas que se aman, que las señales siempre estarán a tu favor depende de como las mires y que el amor verdadero no se busca, solo se encuentra.

¿Mi vida?, muy bien, no me quejo. Y si me quejo ¿A quien le importa?... A tí te dejó de importar y a mi empezó a importarme un poco más. Me manejo bien, como mejor, visto mejor y me preocupo más por mí. Fue realmente difícil pretender que nada había pasado, pero lo pude superar ¿Y tu? eso tampoco me importa, es una pregunta de rutina.

Recuperé todo lo que tenía antes, volví a ser la de antes ¿Y tu? No me interesa, pero seguramente no. Nunca serás la misma persona después de haber visto la luz cegadora de mis ojos o mi sonrisa, cuando es espontánea es siempre linda. No serás nunca como antes porque nadie puede serlo después de mí. Nadie puede olvidar las dos líneas entre mis cejas cuando me enojo ni el arco que hace mi labio inferior cuando lloro. No podrás ser quien eras porque el color rojo de mis mejillas no te lo va a permitir y el quiebre de mi mentón te va a atormentar por siempre. Pero no me importa si tu no puedes serlo. Yo, ahora, si soy la misma.

Te prometí que no me iría sin que leyeras algo esta noche, y eso hago... Esto es hoy para tí y tal vez será para tí mañana, pero tal vez dentro de un tiempo sea para algún otro o quizás no... No lo sé... No me importa. A partir de ese nefasto día perdí el color blanco de mi yin yang, pero tú... Jajaja... Tú perdiste mucho mas porque conmigo te fuiste tú también... Porque perdiste tu yin, tu yan, tu tao... Porque se fue todo, se fue todo lo que mas te amaba.

Ahora yo he recuperado lo que sin quererlo casi pierdo, descubrí que nunca se fue, que siempre estuvo allí... Pero tú...tú no se qu....Lo siento no puedo seguir.

Adiós. Si, solo adiós...Después de todo es una despedida ¿No? Nada agradable por cierto. Esta es la forma en que me enseñaron a terminar una carta... Y también una historia.

Cuando se congela el alma

Un día deprimente, merece una noche deprimente y nada mejor para las noches frías y grises que una taza de chocolate caliente. No será jamás los brazos de esa persona que quieres que te abrace, tampoco será la llamada que esperas, no serán los labios que revivan los tuyos, ni ese solo de guitarra que saca la ira que te consume. Pero al menos puede calentar tus manos y derretir un poco el maldito frío que te congela la garganta e irrumpe la calma de tu alma.

Yo no contamino mi chocolate con ningún tipo de azúcar porque me gusta el sabor cálido y violento que tiene, porque aunque amargo a veces calienta más que los brazos de algunos "amigos" y a veces reconforta más que el mal intencionado "te amo" de quien no lo siente.

Amo el chocolate aunque mas de una vez me haya quemado un poco los labios y la lengua, amo el chocolate porque no es ingrato, porque no habla, no tiene reclamos ni reproches, ni siquiera comentarios. Amo el chocolate porque no pide disculpas y no lo hace porque nunca te falla, porque la culpa de quemarme la tengo yo.

Por eso es que en una noche que ya se pone tan gélida y negra pronosticando un amanecer no muy diferente de lo que mas disfruto es de una sincera taza de chocolate y un par de galletas saladas.

La chicharra paraliza... que... dora. -Chanfle!!

Mas ágil que una tortuga,

Más fuerte que un ratón,

Más noble que una lechuga,

Su escudo es un corazón.

Después de tantos años es increíble como el mundo no entendió que la solución no está en los poderes de Superman, Aquaman, La Mujer Maravilla o cualquiera de los integrantes de la liga de la justicia. Tampoco en La Mole, Dr. Doom y evidentemente en ninguno de los 4 fantásticos. Ni si quiera X-Men o Spiderman tienen la valentía suficiente para salvar ciudades distintas a Washington o San Francisco. Y aún ante el evidente fracaso de los héroes americanos, Hollywood se empeña en seguir mostrando personajes como Batman cuya única preocupación era Ciudad Gótica.

Yo siempre creí y (aunque suene infantil) aún creo, que la solución estuvo siempre en un personaje tan cándido como su nombre "El Chapulín Colorado" quien muy acertadamente dijo en alguna de sus desventuras "Aquí no necesitamos héroes importados".

18 años de vida y aún me sigo haciendo la misma pregunta "Oh, ¿Y ahora quién podrá defendernos?", con la esperanza de escuchar la entrada nada triunfal de un personaje enclenque y poco mas bajo que yo, que grité "¡YO!", si, El Chapulín Colorado. Llevo años buscando en la tele, en los diarios y hasta en los llibros y nadie me sorprende tanto como mi amado Chapulín, quien probablemnte viendo como el mundo se viene abajo aun se repite a sí mismo"se aprovechan de mi nobleza".

En su inocencia, y en la mía, ví como hace años el Chapulín detectó con sus antenitas de vinil la presencia del enemigo, y armado solo con un Chipote Chillón y unas pastillas de Chiquitolina acabó con el "Cuajinais", el "Tripaseca" y el "Matoncisimo Kid", quienes evidentemente, no contaron con sus astucia.

Si. El Chapulín, a ese que ni los refranes le salían bien "Ladra que muerde no perra", "Mas vale prevenir que cien volando". Si. El Chapulín, el héroe mexicano que siempre tenía todos sus movimientos friamente calculados, cuya peor arma según me acuerdo fue una Chicharra Paralizadora (¿Paraliza... que? Dora. Chanfle), que nunca fue capaz de levantar un revólver porque con solo verlo sus antenitas de vinil se caían. Si. El Chapulín es mi superhéroe favorito, porque siempre estuvo lleno de miedo y siempre los enfrentó, y verdaderamente esto es lo que hace heróico a un personaje. Si. El Chapulín, porque nunca le tembló a la Criptonita ni se volvió loco con los encantos de Hiedra Venenosa. Y si bien sus enemigos nunca fueron tan terribles como El Guasón o Frío, al menos eran villanos reales, como los que aún hay y como él mismo decía "Ni Tarzanes Ni Kalimanes" han podido detener. Gracias al cielo su único parecido a los héroes convencionales, es que usa la ropa interior por fuera, porque en todo lo demás se encuentra más cerca de ser una víctima en lugar de un salvador.

18 años de vida y todavía corro al escuchar su voz en la televisión para venir al encuentro del único personaje que acabó con los problemas de la humanidad de la forma mas pacífica y mas inteligente: conociendo, burlando y agotando al enemigo. ¿Denota valentía cierto?

18 años de vida y aún sueño con que algún día un superheroe noble como una lechuga y tan fuerte como un ratón haga una aparición bastante brutal rompiendo el cristal de cualquier ventana sin ninguna necesidad y ponga fin a las andanzas de los villanos que en nuestros tiempos son peores que el "Rascabuches". 18 años y aún me estremezco al escuchar "Síganme los buenos", "Chanfle" y tantas otras de sus peculiares expresiones.

¿Cierto que a muchos también les pasa? "¡¡Lo sospeche desde un principio!!" y sé que muchos al igual que yo claman a Dios porque ponga otra vez en Mexico, Colombia, España, Perú o Chile algún día otro "antihéroe"CON UN CORAZÓN PINTADO EN EL PECHO que sea capáz de tranquilizar al mas desesperado simplemente con decir "Calma, Calma que no panda el cúnico"

No!, no enciendas la luz, esta de mas,

Dejame arder en tu cuerpo,

que cada grito apaga el dolor,

no te asustes porque tiemblo...

No!, no te conmuevas con mis lágrimas,

no son de angustia...Escucha mi voz: No tengo miedo!

Porque eternizarte para amarte sería poco,

y la oscuridad muere cuando amanece.