lunes, 9 de marzo de 2009

El remolcador y el buque

Generalmente las personas me critican porque no me fijo en detalles que se supone debería fijarme, sin embargo no me molesta esta situación, porque suelo fijarme en cosas que para mí valen la pena. Estube toda la mañana con Caro (mi amiga de la U) y no me es posible recordar el color de su blusa, pero puedo recordar exactamente su estado de ánimo y podría dar detalles. Esto me pasa muy a menudo, nunca recuerdo la ropa que llevaban mis compañeros pero suelo recordar y podría describir perfectamente su mirada, incluso podría hablar de sus emociones como quien narra una historia.

El caso es que hace ya varias semanas que me vi "El Curioso Caso de Benjamin Button", y si bien hubo cosas que no llamaron mi atención también hubo detalles pequeños, como siempre de esos que nadie nota pero extrañamente yo sí, que me transportaron a sitios realmente lejanos y entre otras cosas que me hicieron pensar mucho, hoy pienso hablar de uno solo de ellos:"EL BARCO REMOLCADOR".

No tengo ni la menor idea a cerca de barcos, sin embargo en la película muestran unos segundos como el remolcador en el que Benjamín trabajaba ayuda a salir de un apuro a un barco SIGNIFICATIVAMENTE mas grande que él. Era imposible para mi, tanto que tuve que parpadear un par de veces, antes de entender como algo tan pequeño podía remolcar algo que lo superaba tantas veces en tamaño, las virtudes de la física pensé. Leyendo un poco entendí que no es tan fácil y que ya que el remolcador es quien hace el mayor esfuerzo también es quien toma los mayores riesgos, si por alguna circunstancia el pequeño remolcador tuviera que frenar, el barco grande por la acción de la inercia lo aplastaría, el resultado sería fatal. También entendí, porque usualmente los remolcadores intervienen en aguas poco profundas y fue algo que me fascinó, ellos acuden para que los barcos grandes no enciendan sus hélices ya que correrían el riesgo de quedar atrapados.

La cuestión es que me puse a pensar en todas las veces que como ahora me he sentido como esos enormes buques y sin ningún tipo de vergüenza me ha tenido que auxiliar algo a lo que especialmente le he bautizado "mi remolcador personal". Sin importar cuanto sobrepases en experiencia a alguien y si dejamos de ser tan testarudos podemos descubrir de quienes menos lo esperamos las lecciones mas maravillosas de la vida. Personalmente me siento agradecida porque desde que tengo mi remolcador no he vuelto a quedar atascada, porque siento que tengo unos brazos grandes donde romper a llorar y que probablemente harán lo posible para que deje de hacerlo y porque además entiendo el riesgo de una relación en la que el mas grande puede terminar pisoteando al mas pequeño y aún así al parecer a ese pequeño barco amigo le tiene sin cuidado lo nocivo que pueda resultar su trabajo.

No importa si sólo son dos años, o sí son treinta, la experiencia es un cartucho que ya se quemó y me he dado cuenta que cada cual elige como quema el suyo, sin embargo el futuro es un cartucho disponible y ante eso solo queda quemarlo de la mísma forma en que lo has hecho siempre o dejarte guíar por alguien que tiene mas municiones que tu.... Yo escogí la segunda! XD y por eso mientras dure mi vida y si conservo mi remolcador ME QUEDO SIENDO EL BUQUE!!

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